Edgar Allan Poe
Berenice
Dicebant mihi sodales, si sepulchrum amica
visitarem,
curas meas aliquantulum fore levatas.
Ebn Zaiat.
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MISERY is manifold. The wretchedness of
earth is multiform. Overreaching the wide
horizon as the rainbow, its hues are as various as
the hues of that arch,as distinct too, yet as
intimately blended. Overreaching the wide
horizon as the rainbow ! How is it that from
beauty I have derived a type of
unloveliness ?from the covenant of peace a
simile of sorrow ? But as, in ethics, evil is a
consequence of good, so, in fact, out of joy is
sorrow born. Either the memory of past bliss is
the anguish of to-day, or the agonies which are
have their origin in the ecstasies which might
have been.
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La desdicha es muy variada. La desgracia cunde
multiforme en la tierra. Desplegada por el ancho
horizonte, como el arco iris, sus colores son tan
variados como los de éste, a la vez tan distintos
y tan íntimamente unidos. ¡Desplegada por el
ancho horizonte como el arco iris ! ¿Cómo es
que de la belleza ha derivado un tipo de fealdad;
de la alianza y la paz, un símil del dolor ? Igual
que en la ética el mal es consecuencia del bien,
en realidad de la alegría nace la tristeza. O la
memoria de la dicha pasada es la angustia de
hoy, o las agonías que son se originan en los
éxtasis que pudieron haber sido.
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My baptismal name is Egaeus; that of my family
I will not mention. Yet there are no towers in the
land more time-honored than my gloomy, gray,
hereditary halls. Our line has been called a race
of visionaries; and in many striking
particularsin the character of the family
mansionin the frescos of the chief saloonin
the tapestries of the dormitoriesin the
chiselling of some buttresses in the armorybut
more especially in the gallery of antique
paintingsin the fashion of the library
chamberand, lastly, in the very peculiar nature
of the library′s contents, there is more than
sufficient evidence to warrant the belief.
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Mi nombre de pila es Egaeus; no diré mi
apellido. Sin embargo, no hay en este país torres
más venerables que las de mi sombría y lúgubre
mansión. Nuestro linaje ha sido llamado raza de
visionarios; y en muchos sorprendentes detalles,
en el carácter de la mansión familiar, en los
frescos del salón principal, en los tapices de las
alcobas, en los relieves de algunos pilares de la
sala de armas, pero sobre todo en la galería de
cuadros antiguos, en el estilo de la biblioteca, y,
por último, en la naturaleza muy peculiar de los
libros, hay elementos suficientes para justificar
esta creencia.
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The recollections of my earliest years are
connected with that chamber, and with its
volumesof which latter I will say no more.
Here died my mother. Herein was I born. But it
is mere idleness to say that I had not lived
beforethat the soul has no previous existence.
You deny it ?let us not argue the matter.
Convinced myself, I seek not to convince. There
is, however, a remembrance of aerial formsof
spiritual and meaning eyesof sounds, musical
yet sada remembrance which will not be
excluded; a memory like a shadow, vague,
variable, indefinite, unsteady; and like a
shadow, too, in the impossibility of my getting
rid of it while the sunlight of my reason shall
exist.
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Los recuerdos de mis primeros años se
relacionan con esta mansión y con sus libros, de
los que ya no volveré a hablar. Allí murió mi
madre. Allí nací yo. Pero es inútil decir que no
había vivido antes, que el alma no conoce una
existencia previa. ¿Lo negáis ? No discutiremos
este punto. Yo estoy convencido, pero no
intento convencer. Sin embargo, hay un
recuerdo de formas etéreas, de ojos espirituales
y expresivos, de sonidos musicales y tristes, un
recuerdo que no puedo marginar; una memoria
como una sombra, vaga, variable, indefinida,
vacilante; y como una sombra también por la
imposibilidad de librarme de ella mientras brille
la luz de mi razón.
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In that chamber was I born. Thus awaking from
the long night of what seemed, but was not,
nonentity, at once into the very regions of
fairy-landinto a palace of imaginationinto the
wild dominions of monastic thought and
eruditionit is not singular that I gazed around
me with a startled and ardent eyethat I loitered
away my boyhood in books, and dissipated my
youth in reverie; but it is singular that as years
rolled away, and the noon of manhood found me
still in the mansion of my fathersit is
wonderful what stagnation there fell upon the
springs of my lifewonderful how total an
inversion took place in the character of my
commonest thought. The realities of the world
affected me as visions, and as visions only,
while the wild ideas of the land of dreams
became, in turn,not the material of my
every-day existence-but in very deed that
existence utterly and solely in itself.
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En esa mansión nací yo. Al despertar de repente
de la larga noche de lo que parecía, sin serlo, la
no-existencia, a regiones de hadas, a un palacio
de imaginación, a los extraños dominios del
pensamiento y de la erudición monásticos, no es
extraño que mirase a mi alrededor con ojos
asombrados y ardientes, que malgastara mi
niñez entre libros y disipara mi juventud en
ensueños; pero sí es extraño que pasaran los
años y el apogeo de la madurez me encontrara
viviendo aun en la mansión de mis antepasados;
es asombrosa la parálisis que cayó sobre las
fuentes de mi vida, asombrosa la inversión
completa en el carácter de mis pensamientos
más comunes. Las realidades del mundo
terrestre me afectaron como visiones, sólo como
visiones, mientras las extrañas ideas del mundo
de los sueños, por el contrario, se tornaron no en
materia de mi existencia cotidiana, sino
realmente en mi cínica y total existencia.
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Berenice and I were cousins, and we grew up
together in my paternal halls. Yet differently we
grewI ill of health, and buried in gloomshe
agile, graceful, and overflowing with energy;
hers the ramble on the hill-sidemine the
studies of the cloisterI living within my own
heart, and addicted body and soul to the most
intense and painful meditationshe roaming
carelessly through life with no thought of the
shadows in her path, or the silent flight of the
raven-winged hours. Berenice !I call upon her
nameBerenice !and from the gray ruins of
memory a thousand tumultuous recollections are
startled at the sound ! Ah ! vividly is her image
before me now, as in the early days of her
light-heartedness and joy ! Oh ! gorgeous yet
fantastic beauty ! Oh ! sylph amid the shrubberies
of Arnheim !Oh ! Naiad among its
fountains !and thenthen all is mystery and
terror, and a tale which should not be told.
Diseasea fatal diseasefell like the simoom
upon her frame, and, even while I gazed upon
her, the spirit of change swept, over her,
pervading her mind, her habits, and her
character, and, in a manner the most subtle and
terrible, disturbing even the identity of her
person ! Alas ! the destroyer came and went, and
the victimwhere was she, I knew her notor
knew her no longer as Berenice.
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Berenice y yo éramos primos y crecimos juntos
en la mansión de nuestros antepasados. Pero
crecimos de modo distinto: yo, enfermizo,
envuelto en tristeza; ella, ágil, graciosa, llena de
fuerza; suyos eran los paseos por la colina;
míos, los estudios del claustro; yo, viviendo
encerrado en mí mismo, entregado en cuerpo y
alma a la intensa y penosa meditación; ella,
vagando sin preocuparse de la vida, sin pensar
en las sombras del camino ni en el silencioso
vuelo de las horas de alas negras. ¡Berenice !
Invoco su nombre, ¡Berenice ! Y ante este
sonido se conmueven mil tumultuosos recuerdos
de las grises ruinas. ¡Ah, acude vívida su imagen
a mí, como en sus primeros días de alegría y de
dicha ! ¡Oh encantadora y fantástica belleza ! ¡Oh
sílfide entre los arbustos de Arnheim ! ¡Oh
náyade entre sus fuentes ! Y entonces..., entonces
todo es misterio y terror, y una historia que no se
debe contar. La enfermedad una enfermedad
mortal cayó sobre ella como el simún, y,
mientras yo la contemplaba, el espíritu del
cambio la arrasó, penetrando en su mente, en
sus costumbres y en su carácter, y de la forma
más sutil y terrible llegó a alterar incluso su
identidad. ¡Ay ! La fuerza destructora iba y
venía, y la víctima..., ¿dónde estaba ? Yo no la
conocía, o, al menos, ya no la reconocía como
Berenice.
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Among the numerous train of maladies
superinduced by that fatal and primary one
which effected a revolution of so horrible a kind
in the moral and physical being of my cousin,
may be mentioned as the most distressing and
obstinate in its nature, a species of epilepsy not
unfrequently terminating in trance itselftrance
very nearly resembling positive dissolution, and
from which her manner of recovery was in most
instances, startlingly abrupt. In the mean time
my own diseasefor I have been told that I
should call it by no other appelationmy own
disease, then, grew rapidly upon me, and
assumed finally a monomaniac character of a
novel and extraordinary formhourly and
momently gaining vigorand at length obtaining
over me the most incomprehensible ascendancy.
This monomania, if I must so term it, consisted
in a morbid irritability of those properties of the
mind in metaphysical science termed the
attentive. It is more than probable that I am not
understood; but I fear, indeed, that it is in no
manner possible to convey to the mind of the
merely general reader, an adequate idea of that
nervous intensity of interest with which, in my
case, the powers of meditation (not to speak
technically) busied and buried themselves, in the
contemplation of even the most ordinary objects
of the universe.
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Entre la numerosa serie de enfermedades
provocadas por aquella primera y fatal, que
desencadenó una revolución tan horrible en el
ser moral y físico de mi prima, hay que
mencionar como la más angustiosa y obstinada
una clase de epilepsia que con frecuencia
terminaba en catalepsia, estado muy parecido a
la extinción de la vida, del cual, en la mayoría
de los casos, se despertaba de forma brusca y
repentina. Mientras tanto, mi propia enfermedad
pues me han dicho que no debería darle otro
nombre, mi propia enfermedad, digo, crecía
con extrema rapidez, asumiendo un carácter
monomaníaco de una especie nueva y
extraordinaria, que se hacía más fuerte cada hora
que pasaba y, por fin, tuvo sobre mí un
incomprensible ascendiente. Esta monomanía, si
así tengo que llamarla, consistía en una morbosa
irritabilidad de esas propiedades de la mente que
la ciencia psicológica designa con la palabra
atención. Es más que probable que no me
explique; pero temo, en realidad, que no haya
forma posible de trasmitir a la inteligencia del
lector corriente una idea de esa nerviosa
intensidad de interés con que en mi caso las
facultades de meditación (por no hablar en
términos técnicos) actuaban y se concentraban
en la contemplación de los objetos más comunes
del universo.
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To muse for long unwearied hours with my
attention riveted to some frivolous device on the
margin, or in the topography of a book; to
become absorbed for the better part of a
summer′s day, in a quaint shadow falling aslant
upon the tapestry, or upon the door; to lose
myself for an entire night in watching the steady
flame of a lamp, or the embers of a fire; to
dream away whole days over the perfume of a
flower; to repeat monotonously some common
word, until the sound, by dint of frequent
repetition, ceased to convey any idea whatever
to the mind; to lose all sense of motion or
physical existence, by means of absolute bodily
quiescence long and obstinately persevered
in;such were a few of the most common and
least pernicious vagaries induced by a condition
of the mental faculties, not, indeed, altogether
unparalleled, but certainly bidding defiance to
anything like analysis or explanation.
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Reflexionar largas, infatigables horas con la
atención fija en alguna nota trivial, en los
márgenes de un libro o en su tipografía; estar
absorto durante buena parte de un día de verano
en una sombra extraña que caía oblicuamente
sobre el tapiz o sobre la puerta; perderme toda
una noche observando la tranquila llama de una
lámpara o los rescoldos del fuego; soñar días
enteros con el perfume de una flor; repetir
monótonamente una palabra común hasta que el
sonido, gracias a la continua repetición, dejaba
de suscitar en mi mente alguna idea; perder todo
sentido del movimiento o de la existencia física,
mediante una absoluta y obstinada quietud del
cuerpo, mucho tiempo mantenida: éstas eran
algunas de las extravagancias más comunes y
menos perniciosas provocadas por un estado de
las facultades mentales, en realidad no único,
pero capaz de desafiar cualquier tipo de análisis
o explicación.
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Yet let me not be misapprehended.The undue,
earnest, and morbid attention thus excited by
objects in their own nature frivolous, must not
be confounded in character with that ruminating
propensity common to all mankind, and more
especially indulged in by persons of ardent
imagination. It was not even, as might be at first
supposed, an extreme condition or exaggeration
of such propensity, but primarily and essentially
distinct and different. In the one instance, the
dreamer, or enthusiast, being interested by an
object usually not frivolous, imperceptibly loses
sight of this object in a wilderness of deductions
and suggestions issuing therefrom, until, at the
conclusion of a day dream often replete with
luxury, he finds the incitamentum or first cause
of his musings entirely vanished and forgotten.
In my case the primary object was invariably
frivolous, although assuming, through the
medium of my distempered vision, a refracted
and unreal importance. Few deductions, if any,
were made; and those few pertinaciously
returning in upon the original object as a centre.
The meditations were never pleasurable; and, at
the termination of the reverie, the first cause, so
far from being out of sight, had attained that
supernaturally exaggerated interest which was
the prevailing feature of the disease. In a word,
the powers of mind more particularly exercised
were, with me, as I have said before, the
attentive, and are, with the day-dreamer, the
speculative.
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Pero no se me entienda mal. La excesiva,
intensa y morbosa atención, excitada así por
objetos triviales en sí, no tiene que confundirse
con la tendencia a la meditación, común en
todos los hombres, y a la que se entregan de
forma particular las personas de una
imaginación inquieta. Tampoco era, como pudo
suponerse al principio, una situación grave ni la
exageración de esa tendencia, sino primaria y
esencialmente distinta, diferente. En un caso, el
soñador o el fanático, interesado por un objeto
normalmente no trivial, lo pierde poco a poco de
vista en un bosque de deducciones y sugerencias
que surgen de él, hasta que, al final de una
ensoñación llena muchas veces de
voluptuosidad, el incitamentum o primera causa
de sus meditaciones desaparece completamente
y queda olvidado. En mi caso, el objeto primario
era invariablemente trivial, aunque adquiría,
mediante mi visión perturbada, una importancia
refleja e irreal. Pocas deducciones, si había
alguna, surgían, y esas pocas volvían
pertinazmente al objeto original como a su
centro. Las meditaciones nunca eran agradables,
y al final de la ensoñación, la primera causa,
lejos de perderse de vista, había alcanzado ese
interés sobrenaturalmente exagerado que
constituía el rasgo primordial de la enfermedad.
En una palabra, las facultades que más ejercía la
mente en mi caso eran, como ya he dicho, las de
la atención; mientras que en el caso del soñador
son las de la especulación.
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My books, at this epoch, if they did not actually
serve to irritate the disorder, partook, it will be
perceived, largely, in their imaginative and
inconsequential nature, of the characteristic
qualities of the disorder itself. I well remember,
among others, the treatise of the noble Italian
Coelius Secundus Curio "de Amplitudine Beati
Regni dei"; St. Austin′s great work, the "City of
God"; and Tertullian "de Carne Christi," in
which the paradoxical sentence "Mortuus est
Dei filius; credible est quia ineptum est: et
sepultus resurrexit; certum est quia impossibile
est" occupied my undivided time, for many
weeks of laborious and fruitless investigation.
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Mis libros, en esa época, si no servían realmente
para aumentar el trastorno, compartían en gran
medida, como se verá, por su carácter
imaginativo e inconexo, las características
peculiares del trastorno mismo. Puedo recordar,
entre otros, el tratado del noble italiano Coelius
Secundus Curio, De amplitudine beati regni Dei
[La grandeza del reino santo de Dios]; la gran
obra de San Agustín, De civitate Dei [La ciudad
de Dios], y la de Tertuliano, De carne Christi
[La carne de Cristo], cuya sentencia paradójica:
Mortuus est Dei filius: credibile est quia
ineptum est; et sepultus resurrexit: certum est
quia impossibile est, ocupó durante muchas
semanas de inútil y laboriosa investigación todo
mi tiempo.
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Thus it will appear that, shaken from its balance
only by trivial things, my reason bore
resemblance to that ocean-crag spoken of by
Ptolemy Hephestion, which steadily resisting the
attacks of human violence, and the fiercer fury
of the waters and the winds, trembled only to the
touch of the flower called Asphodel. And
although, to a careless thinker, it might appear a
matter beyond doubt, that the alteration
produced by her unhappy malady, in the moral
condition of Berenice, would afford me many
objects for the exercise of that intense and
abnormal meditation whose nature I have been
at some trouble in explaining, yet such was not
in any degree the case. In the lucid intervals of
my infirmity, her calamity, indeed, gave me
pain, and, taking deeply to heart that total wreck
of her fair and gentle life, I did not fall to ponder
frequently and bitterly upon the wonder-working
means by which so strange a revolution had
been so suddenly brought to pass. But these
reflections partook not of the idiosyncrasy of my
disease, and were such as would have occurred,
under similar circumstances, to the ordinary
mass of mankind. True to its own character, my
disorder revelled in the less important but more
startling changes wrought in the physical frame
of Berenicein the singular and most appalling
distortion of her personal identity.
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Así se verá que, arrancada, de su equilibrio sólo
por cosas triviales, mi razón se parecía a ese
peñasco marino del que nos habla Ptolomeo
Hefestión, que resistía firme los ataques de la
violencia humana y la furia más feroz de las
aguas y de los vientos, pero temblaba a simple
contacto de la flor llamada asfódelo. Y aunque
para un observador desapercibido pudiera
parecer fuera de toda duda que la alteración
producida en la condición moral de Berenice por
su desgraciada enfermedad me habría
proporcionado muchos temas para el ejercicio
de esa meditación intensa y anormal, cuya
naturaleza me ha costado bastante explicar, sin
embargo no era éste el caso. En los intervalos
lúcidos de mi mal, la calamidad de Berenice me
daba lástima, y, profundamente conmovido por
la ruina total de su hermosa y dulce vida, no
dejaba de meditar con frecuencia, amargamente,
en los prodigiosos mecanismos por los que
había llegado a producirse una revolución tan
repentina y extraña. Pero estas reflexiones no
compartían la idiosincrasia de mi enfermedad, y
eran como las que se hubieran presentado, en
circunstancias semejantes, al común de los
mortales. Fiel a su propio carácter, mi trastorno
se recreaba en los cambios de menor
importancia, pero más llamativos, producidos en
la constitución física de Berenice, en la extraña
y espantosa deformación de su identidad
personal.
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During the brightest days of her unparalleled
beauty, most surely I had never loved her. In the
strange anomaly of my existence, feelings with
me, had never been of the heart, and my
passions always were of the mind. Through the
gray of the early morningamong the trellissed
shadows of the forest at noondayand in the
silence of my library at night, she had flitted by
my eyes, and I had seen hernot as the living
and breathing Berenice, but as the Berenice of a
dreamnot as a being of the earth, earthy, but as
the abstraction of such a being-not as a thing to
admire, but to analyzenot as an object of love,
but as the theme of the most abstruse although
desultory speculation. And nownow I
shuddered in her presence, and grew pale at her
approach; yet bitterly lamenting her fallen and
desolate condition, I called to mind that she had
loved me long, and, in an evil moment, I spoke
to her of marriage.
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En los días más brillantes de su belleza
incomparable no la amé. En la extraña anomalía
de mi existencia, mis sentimientos nunca venían
del corazón, y mis pasiones siempre venían de la
mente. En los brumosos amaneceres, en las
sombras entrelazadas del bosque al mediodía y
en el silencio de mi biblioteca por la noche ella
había flotado ante mis ojos, y yo la había visto,
no como la Berenice viva y palpitante, sino
como la Berenice de un sueño; no como una
moradora de la tierra, sino como su abstracción;
no como algo para admirar, sino para analizar;
no como un objeto de amor, sino como tema de
la más abstrusa aunque inconexa especulación.
Y ahora, ahora temblaba en su presencia y
palidecía cuando se acercaba; sin embargo,
lamentando amargamente su decadencia y su
ruina, recordé que me había amado mucho
tiempo, y que, en un momento aciago, le hablé
de matrimonio.
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And at length the period of our nuptials was
approaching, when, upon an afternoon in the
winter of the year,one of those unseasonably
warm, calm, and misty days which are the nurse
of the beautiful Halcyon[1],I sat, (and sat, as I
thought, alone,) in the inner apartment of the
library. But uplifting my eyes I saw that
Berenice stood before me.
|
Y cuando, por fin, se acercaba la fecha de
nuestro matrimonio, una tarde de invierno, en
uno de esos días intempestivamente cálidos,
tranquilos y brumosos, que constituyen la
nodriza de la bella Alcíone estaba yo sentado (y
creía encontrarme solo) en el gabinete interior
de la biblioteca y, al levantar los ojos, vi a
Berenice ante mí.
|
Was it my own excited imaginationor the
misty influence of the atmosphereor the
uncertain twilight of the chamberor the gray
draperies which fell around her figurethat
caused in it so vacillating and indistinct an
outline ? I could not tell. She spoke no word,
Inot for worlds could I have uttered a syllable.
An icy chill ran through my frame; a sense of
insufferable anxiety oppressed me; a consuming
curiosity pervaded my soul; and sinking back
upon the chair, I remained for some time
breathless and motionless, with my eyes riveted
upon her person. Alas ! its emaciation was
excessive, and not one vestige of the former
being, lurked in any single line of the contour.
My burning glances at length fell upon the face.
|
¿Fue mi imaginación excitada, la influencia de
la atmósfera brumosa, la incierta luz crepuscular
del aposento, los vestidos grises que envolvían
su figura los que le dieron un contorno tan
vacilante e indefinido ? No sabría decirlo. Ella
no dijo una palabra, y yo por nada del mundo
hubiera podido pronunciar una sílaba. Un
escalofrío helado cruzó mi cuerpo; me oprimió
una sensación de insufrible ansiedad; una
curiosidad devoradora invadió mi alma, y,
reclinándome en la silla, me quedé un rato sin
aliento, inmóvil, con mis ojos clavados en su
persona. ¡Ay ! Su delgadez era extrema, y ni la
menor huella de su ser anterior se mostraba en
una sola línea del contorno. Mi ardiente mirada
cayó por fin sobre su rostro.
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The forehead was high, and very pale, and
singularly placid; and the once jetty hair fell
partially over it, and overshadowed the hollow
temples with innumerable ringlets now of a
vivid yellow, and Jarring discordantly, in their
fantastic character, with the reigning melancholy
of the countenance. The eyes were lifeless, and
lustreless, and seemingly pupil-less, and I
shrank involuntarily from their glassy stare to
the contemplation of the thin and shrunken lips.
They parted; and in a smile of peculiar meaning,
the teeth of the changed Berenice disclosed
themselves slowly to my view. Would to God
that I had never beheld them, or that, having
done so, I had died !
|
La frente era alta, muy pálida, y extrañamente
serena; lo que en un tiempo fuera cabello negro
azabache caía parcialmente sobre la frente y
sombreaba las sienes hundidas con
innumerables rizos de un color rubio reluciente,
que contrastaban discordantes, por su matiz
fantástico, con la melancolía de su rostro. Sus
ojos no tenían brillo y parecían sin pupilas; y
esquivé involuntariamente su mirada vidriosa
para contemplar sus labios, finos y contraídos.
Se entreabrieron; y en una sonrisa de expresión
peculiar los dientes de la desconocida Berenice
se revelaron lentamente a mis ojos. ¡Quiera Dios
que nunca los hubiera visto o que, después de
verlos, hubiera muerto !
|
The shutting of a door disturbed me, and,
looking up, I found that my cousin had departed
from the chamber. But from the disordered
chamber of my brain, had not, alas ! departed,
and would not be driven away, the white and
ghastly spectrum of the teeth. Not a speck on
their surfacenot a shade on their enamelnot
an indenture in their edgesbut what that period
of her smile had sufficed to brand in upon my
memory. I saw them now even more
unequivocally than I beheld them then. The
teeth !the teeth !they were here, and there, and
everywhere, and visibly and palpably before me;
long, narrow, and excessively white, with the
pale lips writhing about them, as in the very
moment of their first terrible development. Then
came the full fury of my monomania, and I
struggled in vain against its strange and
irresistible influence. In the multiplied objects of
the external world I had no thoughts but for the
teeth. For these I longed with a phrenzied desire.
All other matters and all different interests
became absorbed in their single contemplation.
Theythey alone were present to the mental eye,
and they, in their sole individuality, became the
essence of my mental life. I held them in every
light. I turned them in every attitude. I surveyed
their characteristics. I dwelt upon their
peculiarities. I pondered upon their
conformation. I mused upon the alteration in
their nature. I shuddered as I assigned to them in
imagination a sensitive and sentient power, and
even when unassisted by the lips, a capability of
moral expression. Of Mad′selle Salle it has been
well said, "que tous ses pas etaient des
sentiments," and of Berenice I more seriously
believed que toutes ses dents etaient des idees.
Des idees !ah here was the idiotic thought that
destroyed me ! Des idees !ah therefore it was
that I coveted them so madly ! I felt that their
possession could alone ever restore me to peace,
in giving me back to reason.
|
El golpe de una puerta al cerrarse me distrajo, y,
al levantar la vista, descubrí que mi prima había
salido del aposento. Pero de los desordenados
aposentos de mi cerebro, ¡ay !, no había salido ni
se podía apartar el blanco y horrible espectro de
los dientes. Ni una mota en su superficie, ni una
sombra en el esmalte, ni una mella en sus bordes
había en los dientes de esa sonrisa fugaz que no
se grabara en mi memoria. Ahora los veía con
más claridad que un momento antes. ¡Los
dientes ! ¡Los dientes ! Estaban aquí, y allí, y en
todas partes, visibles y palpables ante mí, largos,
finos y excesivamente blancos, con los pálidos
labios contrayéndose a su alrededor, como en el
mismo instante en que habían empezado a
crecer. Entonces llegó toda la furia de mi
monomanía, y yo luché en vano contra su
extraña e irresistible influencia. Entre los
muchos objetos del mundo externo sólo pensaba
en los dientes. Los anhelaba con un deseo
frenético. Todos las demás preocupaciones y los
demás intereses quedaron supeditados a esa
contemplación. Ellos, ellos eran los únicos que
estaban presentes a mi mirada mental, y en su
insustituible individualidad llegaron a ser la
esencia de mi vida intelectual. Los examiné bajo
todos los aspectos. Los vi desde todas las
perspectivas. Analicé sus características. Estudié
sus peculiaridades. Me fijé en su conformación.
Pensé en los cambios de su naturaleza. Me
estremecí al atribuirles, en la imaginación, un
poder sensible y consciente y, aun sin la ayuda
de los labios, una capacidad de expresión moral.
De mademoiselle Sallé se ha dicho con razón
que tous ses pas étaient des sentiments, y de
Berenice yo creía seriamente que toutes ses
dents étaient des ídées. Des idées ! ¡Ah, este
absurdo pensamiento me destruyó ! Des
idées !¡Ah, por eso los codiciaba tan
desesperadamente ! Sentí que sólo su posesión
me podría devolver la paz, devolviéndome la
razón.
|
And the evening closed in upon me thus-and
then the darkness came, and tarried, and
wentand the day again dawnedand the mists
of a second night were now gathering
aroundand still I sat motionless in that solitary
room; and still I sat buried in meditation, and
still the phantasma of the teeth maintained its
terrible ascendancy as, with the most vivid
hideous distinctness, it floated about amid the
changing lights and shadows of the chamber. At
length there broke in upon my dreams a cry as of
horror and dismay; and thereunto, after a pause,
succeeded the sound of troubled voices,
intermingled with many low moanings of
sorrow, or of pain. I arose from my seat and,
throwing open one of the doors of the library,
saw standing out in the antechamber a servant
maiden, all in tears, who told me that Berenice
wasno more. She had been seized with
epilepsy in the early morning, and now, at the
closing in of the night, the grave was ready for
its tenant, and all the preparations for the burial
were completed.
|
Y la tarde cayó sobre mí; y vino la oscuridad,
duró y se fue, y amaneció el nuevo día, y las
brumas de una segunda noche se acumularon
alrededor, y yo seguía inmóvil, sentado, en
aquella habitación solitaria; y seguí sumido en la
meditación, y el fantasma de los dientes
mantenía su terrible dominio, como si, con una
claridad viva y horrible, flotara entre las
cambiantes luces y sombras de la habitación. Al
fin irrumpió en mis sueños un grito de horror y
consternación; y después, tras una pausa, el
ruido de voces preocupadas, mezcladas con
apagados gemidos de dolor y de pena. Me
levanté de mi asiento y, abriendo las puertas de
la biblioteca, vi en la antesala a una criada,
deshecha en lágrimas, quien me dijo que
Berenice ya no existía. Había sufrido un ataque
de epilepsia por la mañana temprano, y ahora, al
caer la noche, ya estaba preparada la tumba para
recibir a su ocupante, y terminados los
preparativos del entierro.
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I found myself sitting in the library, and again
sitting there alone. It seemed that I had newly
awakened from a confused and exciting dream. I
knew that it was now midnight, and I was well
aware that since the setting of the sun Berenice
had been interred. But of that dreary period
which intervened I had no positiveat least no
definite comprehension. Yet its memory was
replete with horrorhorror more horrible from
being vague, and terror more terrible from
ambiguity. It was a fearful page in the record my
existence, written all over with dim, and
hideous, and unintelligible recollections. I
strived to decypher them, but in vain; while ever
and anon, like the spirit of a departed sound, the
shrill and piercing shriek of a female voice
seemed to be ringing in my ears. I had done a
deedwhat was it ? I asked myself the question
aloud, and the whispering echoes of the chamber
answered me, "what was it ?"
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Me encontré sentado en la biblioteca, y de
nuevo solo. Parecía que había despertado de un
sueño confuso y excitante. Sabía que era
medianoche y que desde la puesta del sol
Berenice estaba enterrada. Pero no tenía una
idea exacta, o por los menos definida, de ese
melancólico período intermedio. Sin embargo,
el recuerdo de ese intervalo estaba lleno de
horror, horror más horrible por ser vago, terror
más terrible por ser ambiguo. Era una página
espantosa en la historia de mi existencia, escrita
con recuerdos siniestros, horrorosos,
ininteligibles. Luché por descifrarlos, pero fue
en vano; mientras tanto, como el espíritu de un
sonido lejano, un agudo y penetrante grito de
mujer parecía sonar en mis oídos. Yo había
hecho algo. Pero, ¿qué era ? Me hice la pregunta
en voz alta y los susurrantes ecos de la
habitación me contestaron: ¿Qué era ?
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On the table beside me burned a lamp, and near
it lay a little box. It was of no remarkable
character, and I had seen it frequently before, for
it was the property of the family physician; but
how came it there, upon my table, and why did I
shudder in regarding it ? These things were in no
manner to be accounted for, and my eyes at
length dropped to the open pages of a book, and
to a sentence underscored therein. The words
were the singular but simple ones of the poet
Ebn Zaiat, "Dicebant mihi sodales si
sepulchrum amicae visitarem, curas meas
aliquantulum fore levatas." Why then, as I
perused them, did the hairs of my head erect
themselves on end, and the blood of my body
become congealed within my veins ?
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En la mesa, a mi lado, brillaba una lámpara y
cerca de ella había una pequeña caja. No tenía
un aspecto llamativo, y yo la había visto antes,
pues pertenecía al médico de la familia. Pero,
¿cómo había llegado allí, a mi mesa y por qué
me estremecí al fijarme en ella ? No merecía la
pena tener en cuenta estas cosas, y por fin mis
ojos cayeron sobre las páginas abiertas de un
libro y sobre una frase subrayada. Eran las
extrañas pero sencillas palabras del poeta Ebn
Zaiat: « Dicebant mihi sodales, si sepulchrum
amicae visitarem, curas meas aliquantulum fore
levatas ». ¿Por qué, al leerlas, se me pusieron los
pelos de punta y se me heló la sangre en las
venas ?
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There came a light tap at the library door, and
pale as the tenant of a tomb, a menial entered
upon tiptoe. His looks were wild with terror, and
he spoke to me in a voice tremulous, husky, and
very low. What said he ?some broken sentences
I heard. He told of a wild cry disturbing the
silence of the nightof the gathering together of
the household-of a search in the direction of the
sound;and then his tones grew thrillingly
distinct as he whispered me of a violated
graveof a disfigured body enshrouded, yet still
breathing, still palpitating, still alive !
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Sonó un suave golpe en la puerta de la
biblioteca y, pálido como habitante de una
tumba, un criado entró de puntillas. Había en
sus ojos un espantoso terror y me habló con una
voz quebrada, ronca y muy baja. ¿Qué dijo ? Oí
unas frases entrecortadas. Hablaba de un grito
salvaje que había turbado el silencio de la
noche, y de la servidumbre reunida para
averiguar de dónde procedía, y su voz recobró
un tono espeluznante, claro, cuando me habló,
susurrando, de una tumba profanada, de un
cadáver envuelto en la mortaja y desfigurado,
pero que aún respiraba, aún palpitaba, ¡aún
vivía !
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He pointed to garments;they were muddy and
clotted with gore. I spoke not, and he took me
gently by the hand;it was indented with the
impress of human nails. He directed my
attention to some object against the wall;I
looked at it for some minutes;it was a spade.
With a shriek I bounded to the table, and
grasped the box that lay upon it. But I could not
force it open; and in my tremor it slipped from
my hands, and fell heavily, and burst into
pieces; and from it, with a rattling sound, there
rolled out some instruments of dental surgery,
intermingled with thirty-two small, white and
ivory-looking substances that were scattered to
and fro about the floor.
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Señaló mis ropas: estaban manchadas de barro y
de sangre. No contesté nada; me tomó
suavemente la mano: tenía huellas de uñas
humanas. Dirigió mi atención a un objeto que
había en la pared; lo miré durante unos minutos:
era una pala. Con un grito corrí hacia la mesa y
agarré la caja. Pero no pude abrirla, y por mi
temblor se me escapó de las manos, y se cayó al
suelo, y se rompió en pedazos; y entre éstos,
entrechocando, rodaron unos instrumentos de
cirugía dental, mezclados con treinta y dos
diminutos objetos blancos, de marfil, que se
desparramaron por el suelo.
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